subir a la mesa
Biblio y
ánimas.
Lectura en
las ruinas de San Nicolás. Pedro y el lobo. Y un ciento gótico. Un gatín negro
entre las sillas. Qué susto J
A la vuelta
a casa, oyendo música, me entran ganas de bailar, se me van los pies. ¿Por qué?
Quizá por
“subir a la mesa”. Hacer algo diferente. Ver las cosas de un modo distinto.
Cambiar la perspectiva y escapar de la tiranía de lo establecido.
Recuerdo a
los niños arrastrando los pies entre las hojas secas durante la marcha de ayer.
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