fernweh
Fernweh.
Sabía que había una palabra. Probablemente hasta la apunte en algún lado.
Tomo el café
en el trabajo y la encuentro. El dolor de estar lejos de lo desconocido. Tener ganas
de explorar el mundo y estar aquí. En cualquier aquí conocido.
Fern
distancia. Weh dolor.
Nostalgia de
lugares lejanos. Nostalgia dolorosa. A veces incluso conocidos. Añado.
Podría describir
quirúrgicamente el tipo de dolor que siento cuando veo en la tele documentales
sobre Japón o nueva Zelanda.
U otros
lugares en los que estuve, solo o acompañado.
Y tras el
dolor llega Rokujô. Es siempre así.
En español
no existe una palabra así. Es curioso. A veces no solo la lejanía duele
pensando en lugares. Culturas, o incluso lenguas. Puede ser nostalgia dolorosa.
No sé por
qué pienso ahora en pájaros.
Mi mente es
extraña.
Saudade. El
deseo vago y constante de algo que no existe y probablemente no puede existir.
Un bien que se padece, un mal que se disfruta.
Seria curioso
mezclar ambas palabras. Café con leche. Sin azúcar.
La mirada el
que viene de lejos. La mirada de quien está lejos.
Sigo malo. Alergia,
resfriado. Ahora sin voz. Esta tarde he
ido a ver a Domingo. Liada con el ordenador. No tenía muchas ganas pero he ido.
He visto un pájaro en el camino. Blanco y negro.
Paseriforme, precioso.
Papamoscas cerrojillo? En la web de la SEO es el que se parece más.
Por qué me
pondré a dibujar sin luz. No se parece en nada. Casi son las diez de la noche.
Habría que
inventar una palabra, sino la hay ya en algún idioma, para decir a solas tranquilamente
sin mí.
Ojalá no
llame nadie. Que el mundo se quede como yo, sin voz.
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